
Esta es una práctica para realizar cada vez que comas. Después de tomar un bocado, pon la cuchara o el tenedor de nuevo en el plato. Lleva la conciencia a la boca hasta que ese bocado haya sido disfrutado y tragado. Sólo entonces toma el utensilio y busca otro bocado. Si estás comiendo con las manos, apoya el sándwich, la manzana o la galleta entre un bocado y otro.
Esta es en realidad una tarea para tomar conciencia de la impaciencia. Comer rápido, comiendo un bocado mientras ya estamos llevando el siguiente bocado a la boca, es un ejemplo específico de impaciencia. Hacer esta tarea puede llevarte a observar el surgimiento de la impaciencia en otros aspectos y ocasiones de tu vida. ¿ Te impacientas cuando tienes que esperar? Tienes que preguntarte: » Por qué estoy tan ansiose en pasar por la vida, cuando quiero disfrutarla tanto?»
Experimentar un bocado o un trago a la vez es una forma de experimentar un momento a la vez. Como comemos o bebemos por lo menos tres veces por día, esta herramienta nos da varias oportunidades de estar presentes cada día. Comer es naturalmente placentero, pero cuando lo hacemos rápido y sin estar presentes, no experimentamos ese placer. La investigación muestra que, irónicamente, ;la gente come sus alimentos favoritos más rápido que aquellos que le disgustan! Quienes se dan atracones también informan que siguen comiendo en un esfuerzo por recrear el placer del primer bocado. Como los receptores del gusto se cansan rápidamente, esto nunca va a suceder.
Cuando la mente está ausente, pensando en el pasado o el futuro, estamos degustando la comida sólo a medias. Cuando nuestra conciencia permanece en la boca, cuando estamos totalmente presentes mientras comemos, cuando disminuimos la velocidad al comer, haciendo pausas entre bocados, entonces cada uno de ellos puede ser como el primero, rico y lleno de
interesantes sensaciones.
Buscar el placer sin estar presente es como estar atrapado en una rueda
Estar presente permite que el placer surja en miles de pequeños momentos de nuestra vida.